El cambio de paradigma en la financiación de proyectos


 Actualmente, el mundo está atravesando una etapa de cambio muy intensa y exigente que empuja a los emprendedores y empresarios a buscar nuevas vías de solución para adaptarse a lo que algunos han bautizado como “nueva normalidad”.

La tecnología y la innovación se han convertido en el mayor aliado para las empresas a la hora de hacer frente a la actual crisis producida por el confinamiento. Esto implica que muchas empresas se están viendo empujadas a invertir en digitalizarse y transformar sus modelos de negocio o sistemas de producción.  

Estos cambios suponen una inversión importante en un momento en el que los recursos económicos son escasos y la necesidad de transformarse es vital para seguir sobreviviendo.  

Frente a la necesidad de acogerse a nuevas formas que no enfermen más el músculo económico de las empresas por “sobredosis de endeudamiento” , han cogido impulso otras formas de financiación que están configurando un nuevo paradigma y que van más allá de las convencionales, pues ofrecen soluciones que permiten continuar creando y desarrollando proyectos (productos y servicios).

A continuación, repasamos algunas de estas vías de financiación alternativas que son interesantes a la hora de buscar “esos recursos económicos o materiales” que necesitas para continuar adelante, sin aumentar tu deuda:

 

1.   Notas convertibles

 

Las notas convertibles son una de las principales fuentes de financiación sin endeudamiento que existen actualmente.

Y es que, tanto para los inversores como para la propia empresa, suponen una gran oportunidad de futuro.

Su funcionamiento es muy sencillo. La empresa emite sus títulos de deuda y los inversores invierten su dinero en las empresas seleccionadas. Éstas reciben el capital suficiente para poder financiar todas las estrategias previstas y, a cambio, no se ven sometidas a tener que devolver el capital. Sino que se “retorna” como acciones preferentes de la propia compañía cuando finaliza el plazo marcado.

 

2.   Capital de riesgo

 

La financiación a través del Capital de Riesgo es, también, una de las actividades que más peso está ganando en España en los últimos años.

Su regulación está sometida a la Ley 22/2014 en referencia a la inversión colectiva de tipo cerrado.

La financiación a través del capital de riesgo se basa en la financiación de las empresas aportando, por parte de los inversores, capital y, a su vez, elevando el prestigio de éstas. A cambio, los inversores reciben participaciones mayoritarias o minoritarias que, en un futuro, pueden vender para obtener beneficios.

 

3.   Business Angels

 

En este caso la financiación viene por parte de inversores privados que poseen una alta capacidad de inversión y conocimientos empresariales. Éstos impulsan el desarrollo de proyectos empresariales que tienen grandes perspectivas de éxito y que, en un futuro, pueden llegar a rentarles altos beneficios. La Asociación de Redes Business Angels (AEBAN) tiene como misión interconectar y promocionar esta actividad en España.

 

4.   Bartering

 

Pese a que no se trata de un método de financiación en sí, el Bartering facilita reducir costes y cubrir necesidades. Consiste en el intercambio de servicios entre unas empresas y otras con el fin de lograr los objetivos de ambas sin intercambio financiero.

El uso de esta práctica puede llegar a suponer un ahorro del 30% del capital total y resulta muy beneficioso para todos los actores.

 

5.   Crowdfunding

 

El Crowdfunding es una forma de financiación colectiva y colaborativa que, en los últimos años, está ganando mucha fuerza. Puesto que permite recaudar dinero para poder desarrollar un proyecto sin tener que devolverlo en ningún plazo de tiempo. Se trata de un micro mecenazgo en el que las empresas reciben la financiación que necesitan y los inversores pactan sus beneficios según sus intereses.

 

6.   Subvenciones

 

Las subvenciones deben ser un apartado a tener en cuenta también. Aunque la Administración Pública no financia proyectos privados empresariales de forma directa, sí otorga ciertas ayudas a fondo perdido en algunas circunstancias. La mayoría de estas subvenciones están orientadas a proyectos innovadores y tecnológicos que busquen la internacionalización, así como la sostenibilidad y la mejora y cuidado del medio ambiente.


La pandemia y su obligado confinamiento nos han abierto de par en par la puerta al futuro y, tal como estamos viendo, esto no sólo supone un cambio en nuestra forma de comunicarnos, relacionarnos, organizarnos, vender o consumir, sino además, en cómo estructuramos y enfocamos los cimientos de los proyectos que queremos que nazcan, continuen o sobrevivan a partir de ahora, esto es, cómo nos enfocamos a la hora de buscar los recursos que necesitamos.